La depresión ha llegado a convertirse en la actualidad en uno de los problemas psicológicos más prevalentes en la población general y que más carga supone en términos de discapacidad.
La mayor parte de las personas que sufren depresión buscan ayuda en las consulta de atención primaria, sin embargo, no siempre son adecuadas las respuestas en cuanto al diagnóstico y tratamiento.
Las consecuencias de no recibir el tratamiento adecuado son variadas y van desde la reducción de la calidad de vida, pasando por la cronificación de sus problemas emocionales, aumento del uso de los servicios de salud, llegando hasta el riesgo de suicidio. Por este motivo, el objetivo principal para la asistencia sanitaria de la depresión en el nivel primario, tendría que ser la aplicación de una intervención adecuada.
Para llegar a dicho objetivo sería importante mejorar la educación de la población acerca de los problemas de la salud mental. Es importante que las personas deprimidas puedan presentar sus problemas psicológicos y/o emocionales como su principal queja, puesto que permite una mayor precisión en el diagnóstico. En este sentido, educar sobre cómo funcionan los problemas emocionales, síntomas, posibilidad de tratamiento y, sobre todo, REDUCIR LA ESTIGMATIZACIÓN EN TORNO A LOS MISMOS Y LA ASOCIACIÓN DIRECTA CON «LOCURA», puede ser ser de gran ayuda la hora de mejorar la consulta y reconocimiento del problema. Por otro lado, mejorar la información del entorno (ya sea profesional o familiar), reducir la presencia de posibles actitudes negativas de las personas hacia la depresión, es una herramienta eficaz para el tratamiento.
Mejorar el DIAGNÓSTICO es el primer paso para proveer un tratamiento adecuado en depresión y en salud mental en general; pero, no debemos dejar de lado que los esfuerzos necesarios en cuanto a la adecuación del TRATAMIENTO también son importantes. En este sentido, EL TRATAMIENTO PSICOLÓGICO SE PRESENTA COMO UN RECURSO INDISPENSABLE. No sólo ha demostrado su eficacia, sino que los resultados obtenidos son mejores que los de los psicofármacos, en cuanto a eficiencia, efectividad y calidad de vida.
Lic. Marcela S. Pereyra Rojas (referencia «Papeles del Psicólogo»)
