No soy una psicóloga normal.
Hago bromas, recomiendo series, ofrezco tés en tazas divertidas y comparto recetas.
También trabajo los domingos, cambio mi horario de comida por citas urgentes y aprendo a usar palabras como ‘lol’ y ‘bro’.
Aunque no todo el mundo está de acuerdo con mi estilo, siempre he mantenido mi esencia y mis valores tanto dentro como fuera de mi profesión.
También hago cosas de psicóloga normal.
Como todos los psicólogos, me comprometo profesionalmente con mis pacientes y los acompaño en sus momentos de duda y de cambio.
Como todos los psicólogos, tengo una lista interminable de tareas administrativas, llego a casa desgastada e intento mantenerme actualizada e informada constantemente.
Ser psicóloga no es fácil. Pero qué bonito es ver los resultados de tu trabajo.
Un año más, Doctoralia me otorga el Certificado de Excelencia basado en las opiniones de mis pacientes.
Ya es el quinto año consecutivo, y no hay nada que me haga más feliz que saber que las personas que pasan por mi consulta están satisfechas con mi trabajo.
No soy una psicóloga normal. Pero intento ser una psicóloga excelente.
Gracias por valorarlo.
